““El retorno a la vertiente celeste de la vida”
Parte uno
“Buscando la luz”
Entre densidades y oscuros bancos de niebla estoy…
Alejado de tu camino…
¡Siento frío!
Desde esta pampa ¡Puedo palpar la soledad!
Aúllo cuan lobo-hombre perdido esta viviendo
No sé cuántos tiempos he permanecido desvariando
¡Correré a las montañas en donde gritaré aún más…!
Entre los arbustos me oculto
Impregnación del ambiente
Baño de llovizna celestial
¡Soy el lobo aullante que esparce su alarido!
El eco lo transporta y agiganta ¡En una mística señal…!
Parte Dos
“El Encuentro”
Te busqué hasta que te encontré
¡Y en ese momento supe que te buscaba!
Recorriendo los senderos y caminos
Logro a través de la inhalación del amor
Tocar
Con las orillas de tu sensación
El despertar
De la incesante marcha de las vertientes
Me sumergiré…
Y beberé de tu h2o-cristal
Rebosaras…
En vibratoriedad
De avispas vidíticas y sumbeantes
Recíbeme
Porque desnudo voy a entrar en ti
Manantial de fresca presencia espiritual
He vuelto
Como siempre y nunca
Como pausa y marcha
O como metáfora de polaridad en movimiento
¡Aquí estoy Padre!
Tu hijo prodigo retorna
A tus entrañas…
…de hombre amoroso
Perdóname y ámame
¡Gracias!
Gracias vida por ti
¡O majestuosidad y espléndicidad!
¡De espejos espirituales!
Denme su parte de vida
En una copa rebosante de alegría
Para sumergirme en este arroyo armónico
De agilidad y ¡Fresca presencia!
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